En el año que hace que
hago dieta paleo me la he saltado menos de diez veces y, aunque yo no soy
celíaca, casi siempre he elegido hacerlo con legumbres o cereales sin gluten.
Sólo tres veces he tomado productos con gluten, dos de ellas con nefastas
consecuencias pero una no tanto. Y, como siempre, me pregunto el porqué de esa
diferencia.
La primera vez que tomé
gluten fue la pasada Semana Santa. No pude resistirme y me comí una torrija
casera hecha por mi madre. Consecuencia: la peor migraña que he tenido en años.
Las otras dos veces han
sido este último par de semanas y por eso las puedo comparar bien. En este caso
las consecuencias han sido solamente digestivas, o al menos es lo que yo he
notado.
1. El caso del bizcocho
de las monjas
Una amiga a la que le
encanta la repostería quiso hacer un bizcocho con una receta de unas monjas de
un convento de no sé dónde. La peculiaridad del bizcocho es que se hace primero
una masa madre, después se mezcla con el resto de ingredientes y la masa
resultante se deja diez días fermentando. O algo así.
Ante semejante trabajo
decidí que seguro que estaba buenísimo y que tenía que probarlo así que para
desayunar me comí un trozo pequeño, equivalente en volumen a un yogurt. Estaba
relleno de pasas y creo que es uno de los mejores bizcochos que he comido en mi
vida.
Las consecuencias fueron
bastante leves. Digestión más lenta y falta de hambre durante más de
veinticuatro horas (al día siguiente me levanté con sensación de barriga
llena). Nada más que yo notase. Y supongo que eso fue mi perdición.
2. El caso de la coca
maldita.
Último día de curso de
higiene postural y estiramientos profundos. Como estamos tan cerca de San Juan,
además de zumo de manzana y horchata (ambos sin gluten aunque no paleo), había
una coca. Desconozco los ingredientes pero era una coca comercial,
probablemente de fermentación rápida, poco tiempo de amasado y menos aún de
horneado a juzgar por la poca densidad de la masa.
Me comí más o menos el
mismo volumen que con el bizcocho, aunque el peso era claramente menor. Sabía
que no iba a estar muy buena pero la presión de grupo me pudo. Qué le voy a
hacer, en ocasiones soy débil.
Las consecuencias fueron
que me desperté a las cuatro de la madrugada con un dolor agudo en el
intestino, creo que el delgado por el lugar en que sentía los pinchazos. Cuando
le expliqué a Pesque la sensación le dije que era “como si tuviese el intestino
lleno de pegamento y los movimientos peristálticos estirasen de las paredes
pegadas entre sí”. Al final, a causa del dolor, casi no pude pegar ojo en toda
la noche.
Durante los dos días
siguientes el intestino siguió moviéndose de más y haciendo mucho ruido y volví
a recuperar la sensación hacía tiempo perdida de tener un hueco lleno de aire
en las vísceras.
Mi hipótesis
Y quiero que conste que
es sólo mía, que no tengo ninguna prueba ni posibilidades de tenerla y que se
me ocurrió mientras me retorcía de dolor en la cama a las cinco de la madrugada
por culpa de la coca.
Ambos dulces estaban
hechos con harina de trigo (el bizcocho más que la coca a juzgar por el peso) y
contenían bastante azúcar, sin embargo ni el tiempo de fermentación ni el de
horneado era el mismo. Mi hipótesis es que, a más tiempo de fermentado y de
cocción, más digerible es el trigo.
Prácticamente todos los
alimentos considerados adecuados por la dieta paleo se pueden consumir crudos:
carne, pescado, fruta y la mayoría de las verduras. Sólo los tubérculos y
algunas hortalizas (berenjena) son no comestibles en crudo. Otra cuestión es
que el cocinado, que no olvidemos es como una pre-digestión, haga que nos sea
más seguro, sencillo y agradable comer.
En cambio, casi todos los
“alimentos” que están fuera de la dieta paleo (cereales y legumbres) necesitan
cocinarse para poder comerse. Sólo los lácteos y los germinados pueden tomarse
en crudo.
Me ha parecido muy interesante esta entrada. Saludos,
ResponderEliminarEn mi opinión el echo de no comer cierto tipos de alimentos en mucho tiempo hace que tu cuerpo se acostumbre a no digerirlos y por lo tanto cuando vuelves a tomarlos le cuesta procesarlos. Te pongo como ejemplo algún caso que conozco de amigas que han sido vegetarianas y que después de años deciden volver a tomar carnes. Al comienzo se ponen malísimas cada vez que la comen hasta que su cuerpo vuelve ha acostumbrarse.
ResponderEliminarYo soy nueva por el mundo bloguero, espero que te pases por el mio y te guste!!
Un beso !!
Estefanía
https://lollipop-corn.blogspot.com.es/
Cuando alguien me dice eso le respondo con otra pregunta: ¿cada cuánto tiempo comes nísperos? Yo sólo los tomo un par de meses al año y siempre me sientan bien. En cambio las alubias, aunque las comía cada pocas semanas siempre me sentaban mal.
EliminarY, por cierto, al intentar entrar en tu dirección de blogspot sale un aviso de "página potencialmente peligrosa".
estoy totalmente deacuerdo contigo. y me siento muy identificada con esos dolores intestinales. llevo año y medio con la dieta sin gluten y he mejorado mucho, pero me ha gustado mucho la base de esta dieta, creo que es ideal para mis problemas digestivos, probaré
ResponderEliminarHola Bárbara. Gracias por pasarte por aquí y por comentar.
ResponderEliminarYo, a diferencia de Phi, sí que soy celíaca. Sin embargo, hasta que no comencé a leer sobre dieta evolutiva (o paleodieta) no fui consciente de la gran cantidad de gente que tiene problemas intestinales que parecen mejorar con cambios dietéticos.
Si pruebas con esta dieta no dejes de contarnos como te va. Y si necesitas consejos o tienes alguna duda podemos intentar ayudarte dentro de nuestras posibilidades.
Saludos.
Hola! Me paso algo similar, cuando comi un merenguito... Fue horrible.
ResponderEliminarNo me queda claro en la dieta paleo si se puede cocinar con aceite, en caliente, si alguien me podría responder , se lo agradecería! Saludos, buenísimo el blog
Hola, gracias por tu comentario. Encantada de que te guste el blog.
ResponderEliminarLos problemas con el aceite caliente dependen del tipo de aceite que se utilice. Las grasas cuando se calientan se degradan lo que hace que se generen compuestos tóxicos. Las grasas saturadas son mucho más seguras que las insaturadas para freír puesto que aguantan mucho mejor el calor.
Ante la pregunta concreta sobre qué grasas podemos usar de manera fiable para cocinar y cuales debemos evitar. Yo considero que tendríamos que evitar a toda costa cocinar con aceites de semillas como el aceite de girasol. El aceite de oliva Virgen Extra estaría en un punto intermedio en cuanto a capacidad de soportar el calor sin degradarse y por último tenemos los aceites que mejor se comportan a altas temperaturas: aceite de coco, manteca procedente de animales de pasto, ghee y mantequilla. Pongo el ghee y, sobre todo, la mantequilla en último lugar porque sobre todo la mantequilla puede contener restos de caseína y lactosa y eso puede causar problemas a algunas personas si hay problemas previos de salud.
Quiero puntualizar que la mejor manera de tomar aceite de oliva virgen extra es en crudo o en hervidos (no superan los 100ºC), sin embargo también pienso que usarlo para cocinar puede ser una buena opción siempre y cuando evitemos que se alcancen altas temperaturas y no lo reutilicemos mucho. En casa alternamos con el uso de aceite de oliva virgen extra, aceite de coco y manteca de cerdo ibérico. Yo tolero muy mal la caseína y por eso no usamos mantequilla pero tenemos en mente probar con el ghee.
Saludos.