La dieta vegetariana o
vegana y la paleodieta se parecen en al menos una cosa: son estilos de vida y
no dietas de adelgazamiento, a diferencia de la inmensa mayoría de las que se
encuentran por ahí. Quizá por eso, porque ambas se consideran dietas
permanentes y no temporales hasta alcanzar un objetivo, hay una cierta
oposición a la hora de explicarlas o incluso apoyarlas.
Desde mi experiencia he conocido
o leído a tres tipos básicos de personas vegetarianas:
1. Las que llegan al vegetarianismo desde una
posición ética.
La ética es un concepto individual, cada persona
tiene el derecho a tener la suya y, aunque
no comparto muchos de los preceptos de la ética del vegetarianismo, los
respeto. A partir de ahí sólo tengo que decir me parece bien que deseen vivir
de acuerdo a sus propias normas éticas y morales.
2. Las que llegan al vegetarianismo por una
cuestión de gusto culinario.
Todos tenemos alimentos
que nos gustan más y otros que menos. Personalmente siempre preferiré verdura y
pescado antes que carne, sobre todo si es de ternera. Si algo no te gusta es
lógico que intentes evitarlo.